La mosca blanca, es un pequeño insecto parecido a las polillas pero en pequeñito. Pertenece a la familia de los Aleyrodidae, ataca a casi todos los cultivos de la huerta, plantas de jardín y plantas de interior. Hay unas 1556 especies, cada una se especializa en algún tipo de planta.
Son insectos del orden Hemípteros, parientes de las chicharras, pulgones, chinches, periquitos y otros. Está considerada una plaga que causa importantes pérdidas económicas a nivel mundial. Pone sus huevos adheridos en el envés de las hojas, al eclosionar las pequeñísimas larvas van chupando la savia, e infestando las hojas, hasta que son adultos. Liberan un líquido pegajoso que atrae pulgones y otros parásitos. Es por esto que se extienden rápidamente, de hoja a hoja y de una planta a otra.
Le gustan las temperaturas altas y la humedad, por eso es una plaga que afecta a las hortícolas principalmente en verano, especialmente a tomates, calabacines y pimientos.
Síntomas de la mosca blanca en las plantas
Al tocar la planta, empiezan a revolotear como mosquitas pequeñitas alrededor de la planta. Las hojas infestadas se decoloran o amarillean y terminan cayendo. Así se debilita la planta, afecta a su crecimiento y producción y es susceptible al ataque de otros insectos, hongos, bacterias y virus.
Remedios para combatir la mosca blanca
Para prevenir su aparición en nuestro huerto urbano, debemos revisar periódicamente el revés de las hojas y actuar al detectar cualquier problema, ya que como sabemos se extiende en poco tiempo. Sería ideal cortar las hojas atacadas o quitar manualmente a las mosquitas en plantas individuales, pero en huertos es una tarea imposible de llevar a cabo.
Nos conviene entonces aplicar con un pulverizador, una solución acuosa con jabón potásico, que es un remedio natural que va debilitando a las larvitas y acaban muriendo, sin estropear las plantas. También podemos complementar con aplicaciones de aceite de neem en el agua de riego, muy efectivo contra estos insectos, y que perdura en la planta bastante tiempo (de 3 a 5 ml de aceite por litro). Otras opciones es aplicar una maceración de ajo, diluida en agua y rociando sobre las hojas con un spray o comprar un productos específico para mosca blanca en nuestra sección de abonos y fitosanitarios.