Hoy vamos a hablar de un tipo de cítrico muy parecido al limón pero con una forma bastante rara y curiosa. Se trata de la mano de buda. Su nombre común se debe a que tiene aspecto de una mano colgando. Hay muchas personas que no lo conocen, y las que sí, no saben bien la forma de comerlos ni cuál es su origen.

En este artículo desvelaremos todo lo relacionado con este fruto tan curioso. ¿Quieres descubrirlo y conocerlo a fondo? Sólo tienes que seguir leyendo.

Origen de la fruta mano de buda

Este fruto tan característico procede de los países asiáticos. En la antigüedad, se empleaba como símbolo de riqueza, felicidad y longevidad. Además, los más creyentes lo empleaban como ofrenda a sus dioses en los altares. Para ello, lo colocaban abierto por la mitad para que su aroma ascendiera hasta el mismísimo cielo.

Tiene propiedades medicinales que ayudaban en el pasado a tratar problemas digestivos y funcionaba como tónico. Conforme ha avanzado la medicina, el olor fresco y agradable de este cítrico han pasado a ser su principal atractivo. Hoy día se emplea en la elaboración de perfumes y cosméticos.

Para la cocina

Las grandes propiedades aromáticas han hecho que la mano de buda se convierta en un gran alimento potencial para la alta cocina. Su pulpa es algo áspera y con poco zumo. Incluso en ocasiones es demasiado ácida. Sin embargo, de su corteza se extrae uno de los néctares más sabrosos. La especialidad de esta fruta es prepararla caramelizada para sacarle el máximo partido.

Es una fruta bastante útil en diferentes ámbitos, puesto que se puede emplear como remedio natural para ciertas dolencias y para la cocina. Además, se utiliza como ambientador para el hogar y los armarios.

¿Cómo se come?

La forma más común de comer la mano de buda es rebanándolo en algunas láminas y usarlo como aderezo para la fabricación de salsas, aliños de ensalada y postres.

Árbol mano de buda

En cuanto al árbol mano de buda necesita de algunos cuidados para que crezca y desarrolle frutos con la máxima calidad posible.

Estos son los requisitos:

  • Ubicación: exterior, a pleno sol o en semisombra.
  • Suelo o sustrato: tiene que tener buen drenaje y ser rico en materia orgánica. Por su tamaño, se puede tener sin problemas en maceta con sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
  • Riego: tres o cuatro veces por semana en verano, y cada 5-7 días el resto del año. Hay que evitar el encharcamiento.
  • Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales de verano/comienzos de otoño se debe abonar con abonos orgánicos, como estiércol, guano, cáscaras de huevo y de plátano,… En el caso de tenerlo en maceta, se deben usar abonos líquidos.
  • Plagas y enfermedades: las mismas que puede tener el limonero común. Tienes más información aquí.
  • Época de plantación o trasplante: en primavera. Requiere un cambio de maceta cada 2 años.
  • Rusticidad: soporta las heladas suaves y puntuales de hasta los -2ºC.

Espero que estos consejos hagan que la mano de buda se convierta en un cítrico bastante atractivo y os aventuréis a probarlo.