Hoy en día tener un espacio verde en nuestro hogar es algo más que recomendable. Por una parte, si vivimos en una ciudad nos permitirá evadirnos del entorno gris y abrumador de la misma y nos otorgará un pequeño lugar donde conectar con la naturaleza y dejar a un lado todo ese ambiente estresante que tienen las grandes ciudades. También es un elemento importante ya que es un pequeño granito de arena para mejorar el medioambiente y nuestro planeta. Pero los jardines verticales no son exclusivos para las ciudades, ya que si vivimos a las afueras o en el campo también podemos tener nuestro jardín vertical ya que embellece nuestro hogar y son muy populares en las últimas tendencias. Además de esto, añadiremos un toque más de verde que nunca viene mal.
Los jardines verticales están compuestos por una estructura en donde se ponen diferentes tipos de plantas que pueden trepar o colgar con la intención de ocupar un trozo de pared para que quede completamente verde. El jardín vertical puede ser utilizado tanto para el interior como para el exterior de nuestro hogar. Ambas opciones nos aportan ciertos beneficios.
Un jardín vertical situado en el exterior de una casa, puede ayudar a mejorar sustancialmente el rendimiento energético de la misma ya que funciona como un excelente aislante natural que mantiene nuestra casa fresca en verano y caliente durante el invierno. Además de esto, los jardines verticales ayudan a aislar los molestos ruidos del exterior y pueden ser la mejor opción para situarlos en zonas de la casa que den a calles o carreteras muy ruidosas sin tener la necesidad de realizar ningún tipo de reforma estructural de la casa. Cabe mencionar que para que el jardín vertical pueda desarrollar estas funciones correctamente la extensión del mismo debe ser amplio. Cuanto mayor sea la superficie dedicada al jardín vertical mayor será la eficiencia del mismo.
Por otra parte también podemos tener un jardín vertical en el interior de nuestro hogar con una doble función. Por un lado nos servirá como un objeto de decoración ya que las estructuras que podemos encontrar en el mercado tienen diferentes tamaños y formas, adaptándose a cualquier lugar que tengamos disponible. Por otro lado, el tener un pequeño espacio verde con plantas nos ayudará a depurar el aire de nuestra vivienda, humidificándolo y aportando frescor durante el verano.
Es importante tener en cuenta que las plantas consumen oxígeno, y por tanto no se recomienda tener un jardín vertical en un dormitorio.
Para realizar nuestro jardín vertical necesitaremos antes que nada una estructura que puede ser comprada o realizada por nosotros mismos. Estas estructuras, que normalmente son de metal, tendremos que rellenarla de musgo sphagnum que es el mismo que se utiliza para la realización de kokedamas. Este musgo tiene la propiedad de absorber gran cantidad de agua y nos servirá de base para colocar las plantas. También hay estructuras verticales tipo mantas, de un material textil parecido al fieltro, que traen unas rajitas o bolsas interiores que es donde se depositan las plantas. Incluso se pueden hacer jardines verticales con palets de una manera muy sencilla.
Jardín vertical con palet paso a paso
Hacer un jardín vertical con un palet es muy sencillo y una actividad ideal para hacerla con los más pequeños de la casa. Materiales necesarios:
- 1 palet
- Plástico antihierbas o similar
- Musgo sphagnum o sustrato con gran capacidad de absorción de agua
- Plantas
- Grapadora de madera
- Tijeras
- Brocha y pintura (opcional)
Lo primero que tenemos que hacer es grapar el plástico por los laterales y por la parte trasera del palet, dejando solo al descubierto el frontal y la parte superior del palet (la grapadora no deben de utilizarla niños ya que este tipo de herramientas tienen mucha fuerza y pueden ser muy peligrosas). Con la ayuda de las tijeras retiraremos todo el sobrante de plástico.
Una vez que tenemos el plástico correctamente colocado podemos pintar el frontal del palet con el color que más nos guste o incluso dejarlo al natural, ya dependerá de nuestros gustos.
Con la estructura terminada, rellenamos el interior del palet aprovechando que la parte superior la dejamos abierta, con musgo sphagnum o en su defecto con sustrato. El problema del sustrato es que pesa mucho y no tiene la misma capacidad de retención de agua que el musgo.
Ya tan solo tendremos que ir colocando las plantas en la estructura hasta que esté completamente cubierta. Podemos combinar las plantas en función de su color, forma,... para que nos quede un jardín vertical realmente bonito.
Una vez que hayamos colocado las plantas, ya solo nos queda instalar el sistema de riego que puede ser manual o automático (si somos un poco más manitas).
También existe la opción, quizás la más sencilla para empezar en el mundo de los jardines verticales, de adquirir uno. Como hemos comentado anteriormente, podremos encontrar diversos tipos y tamaños en tiendas especializadas en productos naturales.